Resultados de la PSU revelan que brecha entre estudiantes ricos y pobres continúa
El balance del examen para postular a las universidades criollas dejó una vez más en entredicho a la educación municipalizada: casi la mitad de los alumnos del sector ni siquiera alcanzó el puntaje mínimo para aspirar a un pupitre en la enseñanza superior. El Colegio de Profesores y el rector de la Universidad de Chile comandaron las críticas y exigieron un rediseño total y global. El Ministerio pide tiempo para que las reformas asomen.
Paulina Hidalgo
La Nación
Casi como un sino trágico, por tercer año consecutivo desde el debut de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), se mantuvo la brecha entre los puntajes obtenidos por los alumnos de establecimientos municipales y los provenientes de colegios de origen particular subvencionado y pagado. La única excepción fue el Instituto Nacional, establecimiento que pese a su financiamiento fiscal, alcanzó 29 puntajes nacionales -dos más que el año pasado- y un promedio de 672 puntos en las pruebas de Lenguaje y Comunicación y Matemática.
Según los datos dados a conocer ayer por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) dependiente de la Universidad de Chile, de los 128 establecimientos que obtuvieron puntajes nacionales, 88 son particulares pagados (68% del total); 27 corresponden a colegios particulares subvencionados (22%) y 13 son de origen municipalizado (10%).
Un dato preocupante si se añade que este año, de los 176 mil 307 alumnos que rindieron el examen, 72 mil provenían del sector municipal y 77 mil 538 del particular subvencionado. Sólo 24 mil 15 estudiantes pertenecían al área particular pagada.
Frente a este escenario, la recién asumida ministra de Educación, Marigen Hornkohl, señaló que “las políticas de nuestro ministerio claramente apuntan a poner más recursos donde más se necesita y apoyar a nuestros jóvenes más desposeídos”.
Según la autoridad “es en la educación municipalizada donde más esfuerzo deben hacerse porque ésta es la que acoge a los niños que tienen problemas en otros sectores, por lo tanto no discrimina, no rechaza, ni pone requisitos previos que dejen a nadie fuera del sistema”.
La secretaria de Estado aseguró además, en clara defensa a las reformas como la Ley de Jornada Escolar Completa ejecutada en este último gobierno, que los cambios y mejoras aplicados en educación “por principio demandan muchos esfuerzos que pueden tener resultados a corto plazo, pero que en la gran mayoría de las ocasiones tienen resultados a largo plazo”.
El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, fue más crudo en sus apreciaciones. “Este es un resultado que se repite año a año y no se observa un progreso significativo. Es claro que uno no puede esperar un cambio muy importante de un año para otro, ni siquiera de un año para los próximos dos, pero cuando ya hablamos de una década con los mismos resultados quiere decir que no estamos haciendo bien las cosas”, sentenció y en seguida añadió que este fenómeno exige la realización de una revisión acabada al futuro de la educación pública chilena.
Bajo 450
Otro elemento que se desprende de los pobres resultados obtenidos por la mayoría de los establecimientos municipales es aquel que indica que sólo un 58% de los alumnos de este sector alcanzó el puntaje mínimo de 450 puntos para postular a alguna de las universidades de Consejo de Rectores o tradicionales. En el sector particular subvencionado esta cifra sube hasta el 69% y en el particular hasta el 91%.
Lo mismo ocurre si se analizan los datos desde el punto de vista del nivel socioeconómico de los postulantes. De entre los egresados del nivel más bajo (entre 0 y 278 mil pesos de renta por familia) el 42% no alcanzó los 450 puntos, mientras que en el tramo más alto (que obtiene 1 millón 400 mil pesos o más de renta) sólo un 7% no lo logró.
Desde el punto de vista del acceso a las diversas becas y ayudas que el sistema ofrece, sólo un 48% de los estudiantes egresados de liceos municipales obtuvo los 475 puntos que se exigen como mínimo; a nivel particular subvencionado un 59% alcanzó el puntaje requerido y entre los particulares, un 87%.
A partir de lo anterior, el presidente (S) del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, sostuvo que “la situación de pobreza junto a factores ligados al contexto familiar del alumno, sumada a la situación de financiamiento del sistema municipal condicionan el rendimiento de este tipo de estudiantes; existiendo además una relación indiscutible entre las condiciones laborales y salariales de los docentes y los resultados del proceso de aprendizaje”.
Vásquez emplazó al Estado para que destine un 7% del Producto Interno Bruto al financiamiento del sistema municipal y al mismo tiempo inicie un proceso de revisión y modificación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza.
PUNTAJES NACIONALES EN PRIMERA PERSONA
Estudiar en casa
“La clave para mí fue estudiar en la casa y seguir el preuniversitario del colegio, pero tengo claro esto es una excepción. Los colegios particulares tienen más recursos y eso no es justo, la educación municipal merece un reforma profunda”.
Sebastián Román, Instituto Nacional
Preparación anticipada
“Hace dos años que empecé a prepararme solo para rendir la PSU. El liceo me ayudó a lograr el sueño de ser médico pero en general creo que a los alumnos de los establecimientos municipales les faltan estímulos y recursos para mejorar”.
Javier Fernández, Liceo Max Salas de Los Andes
Ayuda complementaria
“Mi puntaje se debe a que estuve dos años en un preuniversitario. El liceo y los profesores me entregaron la base. Ambas cosas fueron complementarias. Yo siento que los liceos debieran exigir más a los alumnos porque todos, más allá de los recursos, podemos esforzarnos”.
Carlos Villegas, Liceo Abate Molina.
Gracias al “preu”
“Yo entré a un preuniversitario porque mi liceo becó a las cuatro mejores alumnas, sin eso jamás habría logrado este resultado. Me parece muy injusto que pocos liceos puedan entregar una buena educación o apoyo en becas”.
Elizabeth Silva, Liceo Carmela Carvajal
El balance del examen para postular a las universidades criollas dejó una vez más en entredicho a la educación municipalizada: casi la mitad de los alumnos del sector ni siquiera alcanzó el puntaje mínimo para aspirar a un pupitre en la enseñanza superior. El Colegio de Profesores y el rector de la Universidad de Chile comandaron las críticas y exigieron un rediseño total y global. El Ministerio pide tiempo para que las reformas asomen.
Paulina Hidalgo
La Nación
Casi como un sino trágico, por tercer año consecutivo desde el debut de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), se mantuvo la brecha entre los puntajes obtenidos por los alumnos de establecimientos municipales y los provenientes de colegios de origen particular subvencionado y pagado. La única excepción fue el Instituto Nacional, establecimiento que pese a su financiamiento fiscal, alcanzó 29 puntajes nacionales -dos más que el año pasado- y un promedio de 672 puntos en las pruebas de Lenguaje y Comunicación y Matemática.
Según los datos dados a conocer ayer por el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) dependiente de la Universidad de Chile, de los 128 establecimientos que obtuvieron puntajes nacionales, 88 son particulares pagados (68% del total); 27 corresponden a colegios particulares subvencionados (22%) y 13 son de origen municipalizado (10%).
Un dato preocupante si se añade que este año, de los 176 mil 307 alumnos que rindieron el examen, 72 mil provenían del sector municipal y 77 mil 538 del particular subvencionado. Sólo 24 mil 15 estudiantes pertenecían al área particular pagada.
Frente a este escenario, la recién asumida ministra de Educación, Marigen Hornkohl, señaló que “las políticas de nuestro ministerio claramente apuntan a poner más recursos donde más se necesita y apoyar a nuestros jóvenes más desposeídos”.
Según la autoridad “es en la educación municipalizada donde más esfuerzo deben hacerse porque ésta es la que acoge a los niños que tienen problemas en otros sectores, por lo tanto no discrimina, no rechaza, ni pone requisitos previos que dejen a nadie fuera del sistema”.
La secretaria de Estado aseguró además, en clara defensa a las reformas como la Ley de Jornada Escolar Completa ejecutada en este último gobierno, que los cambios y mejoras aplicados en educación “por principio demandan muchos esfuerzos que pueden tener resultados a corto plazo, pero que en la gran mayoría de las ocasiones tienen resultados a largo plazo”.
El rector de la Universidad de Chile, Luis Riveros, fue más crudo en sus apreciaciones. “Este es un resultado que se repite año a año y no se observa un progreso significativo. Es claro que uno no puede esperar un cambio muy importante de un año para otro, ni siquiera de un año para los próximos dos, pero cuando ya hablamos de una década con los mismos resultados quiere decir que no estamos haciendo bien las cosas”, sentenció y en seguida añadió que este fenómeno exige la realización de una revisión acabada al futuro de la educación pública chilena.
Bajo 450
Otro elemento que se desprende de los pobres resultados obtenidos por la mayoría de los establecimientos municipales es aquel que indica que sólo un 58% de los alumnos de este sector alcanzó el puntaje mínimo de 450 puntos para postular a alguna de las universidades de Consejo de Rectores o tradicionales. En el sector particular subvencionado esta cifra sube hasta el 69% y en el particular hasta el 91%.
Lo mismo ocurre si se analizan los datos desde el punto de vista del nivel socioeconómico de los postulantes. De entre los egresados del nivel más bajo (entre 0 y 278 mil pesos de renta por familia) el 42% no alcanzó los 450 puntos, mientras que en el tramo más alto (que obtiene 1 millón 400 mil pesos o más de renta) sólo un 7% no lo logró.
Desde el punto de vista del acceso a las diversas becas y ayudas que el sistema ofrece, sólo un 48% de los estudiantes egresados de liceos municipales obtuvo los 475 puntos que se exigen como mínimo; a nivel particular subvencionado un 59% alcanzó el puntaje requerido y entre los particulares, un 87%.
A partir de lo anterior, el presidente (S) del Colegio de Profesores, Darío Vásquez, sostuvo que “la situación de pobreza junto a factores ligados al contexto familiar del alumno, sumada a la situación de financiamiento del sistema municipal condicionan el rendimiento de este tipo de estudiantes; existiendo además una relación indiscutible entre las condiciones laborales y salariales de los docentes y los resultados del proceso de aprendizaje”.
Vásquez emplazó al Estado para que destine un 7% del Producto Interno Bruto al financiamiento del sistema municipal y al mismo tiempo inicie un proceso de revisión y modificación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza.
PUNTAJES NACIONALES EN PRIMERA PERSONA
Estudiar en casa
“La clave para mí fue estudiar en la casa y seguir el preuniversitario del colegio, pero tengo claro esto es una excepción. Los colegios particulares tienen más recursos y eso no es justo, la educación municipal merece un reforma profunda”.
Sebastián Román, Instituto Nacional
Preparación anticipada
“Hace dos años que empecé a prepararme solo para rendir la PSU. El liceo me ayudó a lograr el sueño de ser médico pero en general creo que a los alumnos de los establecimientos municipales les faltan estímulos y recursos para mejorar”.
Javier Fernández, Liceo Max Salas de Los Andes
Ayuda complementaria
“Mi puntaje se debe a que estuve dos años en un preuniversitario. El liceo y los profesores me entregaron la base. Ambas cosas fueron complementarias. Yo siento que los liceos debieran exigir más a los alumnos porque todos, más allá de los recursos, podemos esforzarnos”.
Carlos Villegas, Liceo Abate Molina.
Gracias al “preu”
“Yo entré a un preuniversitario porque mi liceo becó a las cuatro mejores alumnas, sin eso jamás habría logrado este resultado. Me parece muy injusto que pocos liceos puedan entregar una buena educación o apoyo en becas”.
Elizabeth Silva, Liceo Carmela Carvajal
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